viernes, 11 de marzo de 2011

Unamos nuestras oraciones

El día de hoy me levanté muy triste, preocupado y con un dolor semejante al que se vive en Twitter cuando ocurre una tragedia de proporciones bíblicas como la de hoy. Dí un sorbo a mi café el cual calenté con el mismo horno de microondas que prepara mis Popcorn, prendí la televisión pero inmediatamente la apagué y pensé "No puedes vivir como si nada estuviera pasando en otras partes del mundo!" De una manera desesperada casi violenta puse la taza de café en la mesa sin importarme el dolor en mi mano provocado por el cafe caliente que salpicó en ella.

De pié, con ambas manos sobre la mesa, la cabeza agachada, sorprendiéndome a mí mismo al rechinar los dientes, mi mandíbula no dejaba de temblar y no podía articular una sola palabra. Podía sentir como las venas de mi cuello se saltaban poco a poco, casí podía sentir que formaban la palabra "dolor".

Y no era dolor lo que sentía, lo que sentía era vergüenza, asco de mí al pretender que todo está bien cuando no es así. Cuando me siento frente al ordenador y lo único que veo es falta de armonía. Ahora sí siento dolor y rabia.

Mi boca se encontraba seca y llagada, y cuando no creí que pudiera decir una palabra, me volví a sorprender gritando "No seas egoísta!" Tomé la taza y me lancé el café en la cara con la intención de hacerme daño, sin embargo el café estaba helado; fué cuando me dí cuenta de que una de mis lágrimas cayó dentro de la taza y enfrió el café. Lo ví como una señal de que debo de tener fé.

Por eso esta noche me siento un poco más optimista y he decidio hacer algo, pero se que si cuento con alguien más puedo lograr cosas mejores. Por favor dejen de hacer lo que estén haciendo en este momento y unámonos en una sola plegaria, elevemos todos nuestro ki para que el comebotanas publique pronto otra entrada.

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